Cuando sientes que la mano de la muerte se posa sobre el hombro, la vida se ve iluminada de otra manera y descubres en ti misma cosas maravillosas que apenas sospechabas. ISABEL ALLENDE.







martes, 14 de abril de 2009

LA CAJITA DE ZAPATOS





Un día, Carmen jugaba en la habitación con el castillo de Barbie, tiraba una y otra vez a su muñeco Bibble por el tobogán, y lo tiró con tanta fuerza que la burbuja en la que estaba Bibble rodó debajo de la cama.
Carmen quería seguir jugando con su muñeco, se metió debajo de la cama para encontrarlo. Pero, como era un poco despistada, se choco con una caja de zapatos con dibujitos de Minnie y Mickey Mouse, de color rosa.

Y… ¿Sabéis lo que hizo Carmen?

Saco la cajita escondida de debajo de la cama y como tenía mucha curiosidad levanto la tapa y encontró un hada dormida dentro de una caja de cerillas.
Era Prilla un hada del País de Nunca Jamás, vestida de color verde y con unas grandes alas blancas.

¡Huy! El Hada abrió los ojos y… vaya susto que se dio, cuando vio la cara de Carmen.
- Niña, ¿tú quién eres?
- Yo, me llamo Carmen, ¿y tú?
- Yo soy Prilla, y soy un Hada del País de Nunca Jamás, donde vive Peter Pan, y me han mandado él y Campanilla para que escuche los cuentos que te cuentan, y así contárselos a los niños perdidos.
Prilla revoloteo por toda la habitación, y se sentó sobre las piernas de Carmen, sonriente, y dijo: - Los cuentos que más les gustan a los niños perdidos son los cuentos de Pepón y Pelusilla que te cuenta tu profesora en el colegio.
- ¿quieres jugar conmigo y el castillo del árbol? Preguntó Carmen.
- ¡No! No puedo quedarme a jugar, tengo que volver al País de Nunca Jamás, Pero… puedes venirte y jugaremos allí todos juntos. ¡Ven conmigo!
- Pero yo no se ir, y no esta mi papá para llevarme con el coche,
- Jajá jajá, no necesitas el coche de tu papá, solo necesitas un pensamiento feliz, si vuelas hasta la segunda estrella a la derecha, y vas en línea recta hasta el amanecer, llegaras al País de Nunca Jamás.
- Pero ¡yo, no se volar! Dijo Carmen triste.
- ¡Yo te ayudare!, solo necesitas polvo de hadas.
Entonces Carmen sonrió y Prilla soplo polvo de hada sobre la cabeza y la dijo que tuviera un pensamiento bonito.
Carmen pensó en sus amigos del colegio, en cuando jugaba a monstruos, al toro, al pilla-pilla, sus excursiones a la granja, y entonces comenzó a volar, volaba tan alto que se chocó contra el techo.
Prilla la dio la mano y volaron hacia Nunca Jamás.

Peter Pan estaba sentado en la casa del Árbol tocando la flauta, y cuando vio a Carmen, se puso muy contento porque sabía que les contaría muchos cuentos y se lo pasarían muy bien.
- Prilla ¿a cuantos niños has hecho aplaudir hoy?- pregunto Peter sonriendo.
Prilla sonrió y le guiño un ojo a Peter Pan.
- sabes Carmen, esta tarde vamos a dar una fiesta, para celebrar que has venido al País de Nunca Jamás -dijo Peter.

Todas las hadas estaban locas volando de un lado para otro para preparar la fiesta para Carmen, además tenían una sorpresa para ella.
Cuando llego la hora de la fiesta, Peter Pan tapo los ojos de Carmen y entraron al gran salón de la casa del árbol.
-¡Sorpresa! Grito todo el mundo a la vez, todos los compañeros del colegio estaban en la fiesta, todos revoloteaban de un lado a otro contentos de estar en el País de Nunca Jamás, todos jugaban a explotar las burbujas de jabón que las hadas hacían para decorar el techo, todos jugaron y jugaron hasta que se hizo de noche en Nunca Jamás, Aitor Vecilla era el mas rápido volando, Carmen y las demás niñas, acariciaban a los pájaros que habían ido a la fiesta, todas estaban muy contentas, los chicos jugaban con una burbuja gigante que les servia de balón de fútbol, pero… de repente alguien llama o la puerta de la casa del árbol, todos se asustaron y dejaron de volar, Peter Pan fue a abrir la puerta, Era El Capitán Garfio,
- A mi no me ha invitado nadie a esta fiesta, me llevare a todos los niños de la clase de Pelusilla a mi barco y los convertiré en piratas, piratas feos, con parche en un ojo, y pata de palo.
Los niños perdidos intentaron lucharon con sus espadas paras salvar a todos los amiguitos de Carmen, las hadas hacían burbujas gigantes para que los piratas se tropezaran con ellas y no pudieran atraparlos,
-Ríndete Garfio, no te los llevaras. Grito Peter Pan.
¡Jamás! Dijo Garfio enfadado, entonces una burbuja gigante que las hadas habían hecho atrapo al Capitán Garfio.
Todos lo piratas al verlo echaron a correr,
-Di soy un Bacalao. Le dijeron los niños de Pelusilla.
-Soy un bacalao. Dijo Garfio muy bajito.
-Mas alto que no te oímos. Gritaron todos los niños
-¡SOY UN BACALAO!. Todos los niños empezaron a reir,
- Un bacalao es garfio, es garfio, un bacalao…decían las hadas, los niños perdidos y Peter Pan.
Como ya era muy de noche, todos los niños bostezaban, y se les cerraban los ojos con sueño, Peter les mando meterse en unas camas que tenían las hadas y les dijo que cuando se despertaran estarían en sus camas de Benavente, así que todos los niños le dieron un beso de buenas noches a las hadas, otro a Peter Pan, y se metieron en la cama.
A la mañana siguiente en el colegio, todos jugaban a que podían volar, y viajaban al País de Nunca Jamás, donde había una gran fiesta en la Casa del Árbol de las hadas.
Pero lo que no sabían es que en la ventana de clase y sin que ellos la vieran, estaban Prilla y Campanilla escuchando los cuentos que su Profe Raquel les estaba contando.




-FIN-

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