Ayer acabe de leer, "SI NUNCA LLEGO A DESPERTAR" de Javier Yanes, me encanto, me encanto esos tres niños haciendo trastadas, ese hermano mayor loco, que lleva arrastras a los dos mas menores en una gran aventura... (no se porque, me recuerda a alguien) y luego... y luego todo termina de una manera poco convencional... durante el ultimo capitulo un nudo se apodero de mi garganta, una sensacion de ahogo permanente, pero entonces, entonces ocurrió esto:
[...]-Hans, musite.
-¡Hans!, Nico sentado junto a mi, se giro con el gesto abierto como una flor reventando. Hacia décadas que habíamos dejado de utilizar esos nombres.
-¿Te acuerdas? cuando eras pequeño tenias una lampara con la forma de la luna en tu cuarto, y decías que había un niño durmiendo.
Me miro sonriendo con aquella misma expresión de traviesa inocencia de entonces y, tras tomarse unos segundos para aclararse la garganta, susurro:
-Y ahí esta Indi, ahí esta.
Chocamos las botellas de cerveza Tusker[...]
Y entonces... si me conoces sabes lo que paso entonces, sabes que rompí a llorar desconsoladamente, recordardando esa luna conquistada por una princesa de pelirrojos cabellos y brillante sonrisa.
Hemos hablado infinidad de veces de esas pequeñas cosas que nos cambian la vida, de esas pequeñas coincidencias, que nos hacen pararnos a pensar en el pasado, pues ese fue nuestro mejor presente, es como si llegaras, y dijeras:
-Hey, que estoy aqui, mirarme, yo no os he olvidado... os lo recordare eternamente.
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Deja que me quede un rato mas aquí... Solo hasta que pase la tormenta. Déjame que puede que no vuelva a sonreir, quédate conmigo y me orientas...
